- Clásica: leer de un tirón, de principio a fin, dejando que el mensaje se revele solo.
- Compartida: enseñando, contando o explicando aquello que estés leyendo, posiblemente es la mejor manera de aprender.
- Distraída: abriendo el libro al azar y dejando que esas páginas te ayuden en la decisión o acción que quieras tomar.
- Interactiva: subrayando aquello que consideres importante, en lo que crees. Leer un libro implica hacerlo tuyo.
- Meditativa: consultando primero en el índice y luego leyendo lo que has decidido meditar.
- Pragmática: buscando como un artesano el conocimiento o las técnicas que demuestren en hechos los efectos prácticos de lo que significa tu "verdad".
- Reflexiva: volviendo a leer únicamente aquello que te conmueve.
- Selectiva: leer aquello que te interese en ese instante.
- Temática: por temas, contenidos o argumentos.
Del libro. El narrador de emociones, Germán Gonzáles Andrés.
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