jueves, 28 de mayo de 2020

Nuestra Biblioteca en los tiempos de la pandemia

La coyuntura actual invita a todas las instituciones, a pensar al menos en dos formas de tomar decisiones, la primera sería través de reuniones de directorio donde se deba poner en acción algún plan de contingencia, si es que se hubiera desarrollado uno que afronte la situación actual, caso contrario se deberán plantear nuevos objetivos estratégicos que aseguren la supervivencia de la organización durante y después de la pandemia y la segunda forma de decisiones sería una serie de lluvia de ideas para llevar a cabo los objetivos antes mencionados. 

Como fuere la Biblioteca tiene como prioridad y preocupación la salud y seguridad de sus colaboradores y comunidades a las que sirve, por ende, no es ajena a la toma de decisiones; siendo parte de una institución académica y por disposición del gobierno central, se vio en la difícil decisión de suspender sus servicios presenciales. Las bibliotecas se enorgullecen de estar ahí durante los momentos más críticos para sus comunidades, sin embargo, las bibliotecas por su diseño no pueden practicar el distanciamiento social, así que mantenerse abiertas significa ser una potencial fuente de daño hacia las comunidades en vez de ser un pilar de ayuda y sostenibilidad. 

Que no se entienda la línea “...difícil decisión de suspender sus servicios presenciales...” como una contradicción a la buena voluntad de la Biblioteca por velar por el bienestar de sus stakeholders; sino que los bibliotecarios basamos nuestra tarea en ofrecer servicios y administrar información precisa y confiable. Por ejemplo, algunos servicios de bibliotecas que podemos encontrar: 

  • Acceso gratuito a computadoras e internet a personas de la comunidad. 

  • Prestar puntos de acceso a internet. 

  • Capacitación en alfabetización digital. 

  • Apoyo a profesores y alumnos. 

  • Bases de datos. 

  • Cursos on line. 

  • Acceso a zonas interactivas. 

  • Libros electrónicos. 

  • Suscripción a revistas y fuentes de noticias. 

  • Buscar las Best Learnings (mejores prácticas) 

En cuanto a la información que distribuye la Biblioteca en tiempos de esta pandemia debe enfocarse en desacelerar la propagación del covid19 y poner más énfasis en la desaceleración de transmisión de información errónea. Así la Biblioteca está llamada a responder de manera creativa y proactiva, para esto una idea sería dejar las redes wifi encendidas y abiertas al público que comprenda el área cercana. Otra idea es que las instituciones, de diversos rubros, formen una red digital para ampliar su campo de distribución de información y servicios, incrementando de esta manera su influencia para estar más cerca del usuario final; formar y mantener coaliciones digitales fue, es y será por mucho una Oportunidad variable en el momento que se convertirá en una fortaleza permanente en el tiempo. 

Algunas bibliotecas permanecen abiertas en distintos puntos del planeta, una de las razones es que este virus covid19 ha resaltado con mucha luz la brecha digital que existe en los colaboradores; en este caso los administrativos, docentes y usuarios (estudiantes), como pueden ver, la alfabetización digital pasó de “adáptate poco a poco” a “no te preocupes, yo lo hago”. 

La biblioteca pública de Idaho Falls ha cancelado todos eventos de aquí en adelante, pero sigue abierta para que el público explore materiales y utilice las computadoras. “Se nos paga para ser servidores públicos y estamos dejando la decisión de abrir o cerrar a las personas expertas en epidemiología” fueron las palabras de Robert Wright, director de dicha institución, además han tomado las siguientes acciones: 

  • Distancia entre computadores de 1.80m, para las personas de igual forma. 

  • Desinfectar las superficies cada 90min. 

  • Poner en cuarentena el material utilizado por 5 días. 

  • Servicio en la acera a pedido del usuario. 

  • Reducción de 35 computadoras al servicio a 11 unidades. 

  • Reducción del tiempo de uso de computadoras de 4hr a 1hr. 

  • Si un personal no desea ir a trabajar tiene acceso a licencia por enfermedad o vacaciones pagadas. 

En la biblioteca de Carolina del Norte, Mary Livermore sólo necesitan sólo 5 personas para operar servicios a la comunidad. 

La biblioteca Tom Green, Texas ofrece servicio en la acera. 

La biblioteca pública de Kylo ofrece recogidas y devoluciones delivery, uno de sus trabajadores dijo: “Da un poco de miedo”. 

Muchas personas, a parte de las que no tienen donde vivir, se quedan en las instalaciones de bibliotecas; preguntándoles si se sienten más seguros dentro de la biblioteca ellos respondieron: “No me siento más seguro aquí dentro, sólo que me quedaré hasta terminar de hacer (buscar, consultar, etc) mi cometido y me iré”. 

Como acabamos de ver, las decisiones que se han tomado para hacer frente a la pandemia gozan de variedad e impacto diferente en las comunidades cercanas a biblioteca. 

Referencias